de: Ruben Belandia - ruben.belandia@ehu.es
para: netsarea@yahoogroups.com
fecha: 5 de mayo de 2009 10:56
asunto: [NS] O: La crisis y la salud laboral
Tribuna Abierta publicada en DIARIO DE NOTICIAS DE GIPUZKOA
La crisis no vale como excusa: defendamos el trabajo y la salud
por Santiago Ruiz y Áfrika Jiménez
Responsables de Salud Laboral de ESK y STEE-EILAS
EN 2008 se destruyeron en el Estado español un total de 620.000
empleos (310.000 contratos temporales no renovados, 217.000 despidos
improcedentes y el resto mediante Expedientes de Regulación de
Empleo). La crisis es la causa o la excusa de la destrucción de
empleo, y esta situación tiene unas consecuencias sobre la salud de
las personas, tanto de las que han perdido su puesto de trabajo, como
de las que pueden perderlo en cualquier momento y de las que lo
mantienen.
La angustia de no tener trabajo, de no llegar a fin de mes o de perder
el trabajo genera ansiedad, que a su vez incrementa el riesgo de
padecer alergias, cardiopatías, hipertensión arterial y problemas
músculo-esqueléticos. Y no podemos olvidar que los problemas
cardiovasculares son la primera causa de muerte en los países
desarrollados. Además, las dificultades económicas hacen que la dieta
sea peor, que disminuya el ejercicio físico saludable y se incrementen
los consumos compulsivos como el tabaco o el alcohol, con lo cual, el
estado de salud general se deteriora.
Pero es que esa situación de incertidumbre y estrés afecta también a
otros ámbitos fundamentales de la vida: se retrasa la edad de
independizarse y la de tener hijos, con lo que se incrementan los
riesgos del embarazo y el parto. También se generan conflictos de
pareja o familiares y se incrementan los accidentes de tráfico,
segunda causa de mortalidad en los países desarrollados.
El miedo a perder el empleo hace que la gente vaya a trabajar incluso
cuando está enferma, le obliga a aceptar condiciones de riesgo laboral
que en otras circunstancias no aceptaría, o a prolongar su jornada
laboral incluso sin compensación económica. Y es que la presión sobre
quienes todavía tienen trabajo se incrementa. Si ha habido recorte de
plantilla, las personas que quedan tienen que hacer frente a un
volumen de trabajo que en muchos casos no ha disminuido. Y esta
situación no sólo se da en las empresas privadas, sino que los
servicios públicos ven congelados sus presupuestos y sus plantillas
porque los gobiernos neoliberales dedican todos sus recursos a
subvencionar a los bancos o a proyectar grandes infraestructuras.
A todo ello hay que añadir una mayor resistencia de patronales y
administraciones a invertir en medidas de prevención. Si en los
tiempos en que se encendían los puros con billetes de banco se han
negado sistemáticamente a aplicar las más elementales medidas de
prevención de riesgos laborales a las que les obligaba la ley, en
estos momentos la crisis es la excusa perfecta para la inactividad o
incluso la involución en las condiciones de trabajo. El descenso de la
actividad económica puede darles algún margen para intentar maquillar
las estadísticas, pero hay algunos datos que son significativos de la
gravedad de la situación: en 2008 la población laboral empleada en la
industria descendió un 2,5%, pero los accidentes mortales se
incrementaron un 7,1%. En la construcción, la población empleada
descendió un 13,4% pero los accidentes mortales sólo bajaron un 6,7%.
La protección de la vida y la integridad de las personas debe estar
por encima de las cuentas de resultados de las empresas. Por lo tanto,
no hay motivos económicos ni de coyuntura que justifiquen la pérdida
de la salud o de la vida de las personas trabajadoras. Pero resulta
que hacer prevención sería más rentable también en términos
económicos, ya que los estudios científicos indican que el coste de
las medidas de prevención que podrían evitar un accidente es 30 veces
inferior al de los costes de personal, daños materiales, costes
generales y las indemnizaciones o sanciones a las que ha de hacer
frente la empresa por ese accidente.
Con la excusa de la crisis habrá quien plantee que la normativa de
prevención quede entre paréntesis, o dejar que siga siendo un
cumpli-miento (hago como que cumplo, pero miento), una acumulación de
papeles con los que aparentar que se hace algo procurando que no se
generen muchos datos que obliguen a cambiar las condiciones y la forma
de organizar el trabajo.
Frente a esta dinámica, tenemos que defender la aplicación sin demoras
de los principios preventivos recogidos en las leyes, garantizando a
todas las personas trabajadoras la protección de su seguridad y su
salud en el trabajo. Porque nuestras vidas valen más que sus
beneficios, ESK y STEE-EILAS vamos a movilizarnos hasta el 28 de abril
con motivo del Día Internacional de la Salud Laboral y llamamos a
secundar la huelga general convocada para el día 21 de mayo. Porque
sólo actuando de forma colectiva, unitaria y radical podremos hacer
frente a una situación que no sólo amenaza nuestros empleos y nuestras
condiciones de trabajo, sino que amenaza nuestra salud y hasta
nuestras vidas.
--
Posta elektroniko berria/ Nueva dirección de correo electrónico
ruben.belandia@ehu.es
********************************
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario